La
manipulación es un fenómeno muy extendido que se lleva ejerciendo a lo
largo de toda la historia de la humanidad. La manipulación es, según la
Real Academia Española, la acción y el efecto de manipular lo que define como “Intervenir
con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado,
en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al
servicio de intereses particulares.”
En
ese “etc.” se pueden añadir muchos campos y tendremos por ejemplo, la
manipulación psicológica, en la pareja, en la familia, en las masas, en
la escuela… y un largo sinfín.
La manipulación emplea artes sibilinas para conseguir el beneficio propio y quien se ve afectado por la manipulación, a menudo, acaba perdiendo. |
Cuando
se emplea la manipulación, evidentemente, no se piensa en el otro sino
sólo en el propio beneficio. Sin embargo, el triunfo de la manipulación
no sólo conlleva algo positivo para quien lo ejerce. El que sufre esa
manipulación pierde. Pierde muchas cosas como derechos, propiedades,
valores, etc. Además, dependiendo del tipo de manipulación que se lleve a
cabo el efecto que se produce en quien lo recibe también conlleva otras
consecuencias. Así, como víctimas de la manipulación uno se puede
sentir atemorizado (o aterrorizado), sin control sobre el entorno y/o
sobre la propia persona, sin confianza en el sistema de valores que se
le supone a la humanidad, con baja autoestima, estúpido en ocasiones o,
incluso, egoísta por no querer ceder a los caprichos del manipulador.
Entre los efectos negativos se encuentra la indefensión aprendida fenómeno definido por Martin Seligman
y colaboradores. Este efecto aparece cuando vivimos en un ambiente
sobre el que no tenemos ningún tipo de control y sufrimos consecuencias
negativas o positivas de manera aleatoria. Ante estas circunstancias, se
pierde la posibilidad de que una persona pueda tomar decisiones ya que,
haga lo que haga, no podrá modificar las consecuencias que, por lo
general, suelen ser negativas. Lo que se consigue con las personas que
sufren indefensión aprendida es que no tomen decisiones, que no se
movilicen y que no luchen o se esfuercen por cambiar el rumbo de los
acontecimientos ya que la expectativa que asumen siempre va a ser una
pérdida o un castigo.
El
efecto de la indefensión aprendida aparece, por ejemplo, en situaciones
de educación y disciplina ambigua, en organizaciones y empresas con
escaso nivel de promoción y movilidad, en situaciones de maltrato, en
regímenes autoritarios y dictaduras, en situaciones de crisis
gestionadas de manera opaca…
Una
vez que se instaura la indefensión aprendida la persona queda
totalmente anulada y, si antes ya se la había logrado manipular, a
partir de ese momento es todavía mucho más fácil conseguir cualquier
propósito.
Pero, ¿qué tiene que ver la indefensión aprendida con la doctrina Goebbels? La manipulación. La doctrina Goebbels se basa en las tácticas propagandísticas del ministro de propaganda del régimen Nazionalsocialista Paul Joseph Goebbels.
Popularmente, se resume esta doctrina como el proceso de repetir las
mentiras tantas veces como sea necesario hasta que se conviertan en
verdades.
Existen varias estrategias dentro de lo que se considera la doctrina de Goebbels
pero todas implican la manipulación. Entre ellas, el hecho de utilizar
las propias malas noticias o la mala prensa dirigiéndola contra otros
para distraer y, de paso, arruinar la reputación del contrario. Esto
también lo conocemos en las discusiones cotidianas como el “y tú más”.
El
problema viene cuando ese tipo de estrategias se emplean a gran escala
con la sociedad, como es el caso, sin ir más lejos, de nuestro país.
Está claro que los principios de Goebbels se diseñaron para manipular
las masas y mantener el control absoluto sobre la población y, por eso
mismo, es un problema.
La doctrina Goebbels se basa en repetir las mentiras tantas veces como sea necesario para que se conviertan en verdades. |
Ese “y tú más”
se basa en evitar los problemas y negarlos hasta que el desastre rebosa
por todos los lados y es imposible de tapar. Entonces, la única salida
que parece haber es la de buscar un chivo expiatorio que se lleve las
culpas y que reciba todos los castigos. Este es el caso de los
inmigrantes ante el paro, los parados ante la economía sumergida, la
incorporación de la mujer al mundo laboral ante el paro y las
dificultades de la conciliación familiar, la fama de vagos de los
españoles ante la protesta por unas condiciones salariales y laborales
irrisorias, la aparición de otras fuerzas políticas ante el fracaso de
la democracia en la clase política actual, etc.
Mientras
la vida y la historia transcurren, la población sumida en una profunda
indefensión aprendida se lamenta, toma partido en sus opiniones pero se
queda a la espera de lo que ocurrirá porque, a veces, lo malo conocido
es mejor confirmando así que son víctimas de la doctrina de Goebbels y de la manipulación que les ha causado esa indefensión aprendida.
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